martes, 11 de marzo de 2014

GANDHI HABLÓ DE LA AUTONOMÍA DEL DELTA EN 1908




Hace tiempo que en los arroyos se escuchan voces de autonomía, que se habla de la necesidad de afrontar la realidad de que la isla es una entidad cultural diferente a la urbana del continente. Queda cada día más evidente que se trata de un territorio y una población que tiene otras necesidades, que requiere de otras soluciones, y que está gobernado por personas ajenas a esa identidad, a esa otra forma de vida, a esa otra “nacionalidad”.



            Extraemos algunos pasajes de lo que decía el Mahatma Gandhi en un libro publicado en 1908 y que puede ayudar a reflexionar a los isleños de todas las Secciones sobre su situación en el siglo XXI.

                        

            “Yo reconozco que ustedes me gobiernan. Es inútil discutir el problema de saber si ocuparon el delta por la fuerza o con mi consentimiento. No me opongo a que permanezcan en mi país, pero, aunque sean los gobernantes, no pueden quedarse más que como servidores del pueblo. No nos corresponde a nosotros someternos a vuestros deseos, sino a ustedes avenirse a los nuestros. Pueden conservar las riquezas que extrajeron de este país, pero no podrán en lo sucesivo seguir trasegándolo. Si lo desean, pueden asegurar el orden en la isla; pero deben renunciar a toda idea de establecer beneficios comerciales a nuestras expensas. Nuestra civilización es lo contrario de la de ustedes, y consideramos que les es superior considerablemente. Si admiten esta verdad, tendrán muchas ventajas, y si no la admiten, deberán vivir en este país de la misma manera que vivimos nosotros. No deben hacer nada contrario a ninguna de nuestras costumbres.”

            “Hasta el presente nos hemos callado por cobardía, pero no crean que la conducta de ustedes no nos ha herido en nuestros sentimientos íntimos. No es por egoísmo ni por miedo que les decimos todo lo que pensamos, sino porque ha llegado el momento en que nuestro deber es expresarnos osadamente.”

            “Si ustedes no pueden aceptar estas condiciones, nosotros dejaremos de hacer el papel de gobernados. Ustedes pueden aplastarnos, pueden hacernos pedazos con los cañones. Si actúan en contra de nuestra voluntad, no les ayudaremos más; y sin nuestra ayuda no podrán avanzar ni un solo paso. Es posible que el poder, del que ustedes están ebrios, los haga reírse de lo que digo. No lograremos arrancarles todas las ilusiones de un solo golpe. Pero si hay en nosotros la mínima dignidad, rápidamente comprobarán que esa ebriedad lleva al suicidio, y que esa risa a expensas nuestras proviene de una perturbación del espíritu.”

 El delta sin fronteras artificiales


            Si el pueblo del resto de los partidos de San Fernando y Tigre estuviese al corriente de todo lo que han hecho aquí, reprobaría buen número de esas acciones. La masa de la población isleña poco ha tenido que hacer con ustedes. Si deciden abandonar su pretendida “civilización”, comprenderán que nuestras reivindicaciones son justificadas. Solo satisfaciéndolas plenamente podrán permanecer en la Isla; si se quedan aquí, nos enseñarán muchas cosas, y también ustedes aprenderán otras a su tiempo; será una ventaja para cada uno de nosotros, y para el resto del mundo.”

            “Debemos saber que es inútil vituperar a los políticos y empresarios, que somos nosotros los responsables de su presencia en el país, y que no se marcharán o no cambiarán su manera de ser sino cuando nosotros mismos nos hayamos reformado.”

            “Vale más obrar que hablar; que nuestro deber es decir exactamente lo que pensamos, sin temor de las consecuencias posibles, y que sólo una actitud semejante nos permitirá persuadir a las gentes con nuestras palabras.”

            “Es un signo de pereza aguardar para hacer una cosa a que también la hagan los demás; debemos obrar por conformidad con lo que pensamos ser lo justo, y los otros nos imitarán, cuando hayan hallado el camino.”

            “La verdadera Autonomía comienza por el autodominio. A ella se llega por la resistencia pasiva, es decir: la fuerza del alma o fuerza del amor. Para poder ejercer esta fuerza, es preciso aplicar la independencia económica en toda su acepción.”





            Estos fragmentos han sido extraídos del libro de Mohandas K. Gandhi “Hind Swaraj” (Autonomía de la India) editado en 1908.

            Increíblemente, sólo hemos cambiado las pocas palabras que están en negrita: India por Isla o Delta, Pueblo  Inglés por Partido de San Fernando y Tigre, Ingleses por Políticos y empresarios.

            El resto es lo que Gandhi escribió hablando sobre la autonomía de la India.

Este texto fue escrito por Boletín Isleño y publicado por primera vez por la Revista La Isla en 2012.


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