Somos un grupo
de isleños unidos en Cooperativa (Manos del Delta) que agradecemos su presencia
hoy aquí (En el club Felicaria). Pasamos en estos días por una angustia infinita debida a la desgracia
que tienen que vivir sin razón ni sentido nuestros queridos vecinos y compañeros
Marta, Pablo, Rocío y demás familiares de Juan Noelting, al que asesinaron con
intenciones de robarle su lancha.
A eso
llegamos, ya no es robar una vaca o la vía que utiliza para su trabajo en la
madera, o cortar las amarras y llevarse la lancha que no aparece más, o
desvalijar completamente las casas. Ya estamos hablando de que van a robar y
armados, pasaron ese límite. Ahora nos preguntamos, ¿cómo seguimos? ¿Qué pasa
con la Policía? ¿Qué pasa con la Prefectura? ¿Qué pasa con todo lo que tiene
que ver con el vecino isleño que nadie se entera, que nadie hace nada, que
nadie ve ni escucha?
El Delta de
San Fernando no está superpoblado como en otros tiempos, y todos quien más
quien menos sabemos quiénes andan en esas cosas, menos las autoridades, eso es
lo que no comprendemos. ¿Por qué no se actúa? ¿Por qué no se detiene a nadie? Si
vemos embarcaciones sin luz a altas horas de la noche, ¿por qué tienen que
pasar cosas como esta donde quedan destrozadas tantas vidas?
Estamos
preocupados, dolidos, nos sentimos (y con justa razón) olvidados y
desamparados.
No es justo
que salgamos armados cuando ladran los perros, nos es justo que le enseñemos a
nuestros hijos y a nuestros nietos que la única seguridad es tener una escopeta
en casa. Que cada uno haga y cumpla con su deber.
Desde Manos
del Delta quedamos a vuestra disposición para colaborar en todo lo que esté a
nuestro alcance.
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